SUDAMERICA: Un consejo de amigo

De todos los argumentos que se están esgrimiendo a favor de la decisión del presidente Evo Morales de nacionalizar por decreto el petróleo y el gas, el más peligroso y desalentador es que los bolivianos no pueden estar peor de lo que ahora están. ¡Claro que sí que pueden estar peor! Seis millones de pobres de solemnidad son evidentemente la mejor prueba de que el expolio sistemático a que ha venido siendo sometida Bolivia de forma inmisericorde (por su propia clase dirigente tradicional, ojo, no por España, que ya está bien del cuento de «los 500 años», caramba) ha rebasado con creces el límite de lo tolerable.